October.

Mirando por la ventana un 17 de Octubre, se agitan las ramas y hojas que aún pueblan los árboles frente a mi casa. Hace viento y está soleado.
Octubre no está resultando ese mes oscuro, algo neblinoso y en ocasiones impenetrable, ese mes en el que el peso de todo un año se asienta sobre tu espalda y te resulta más difícil aguantar en pie.
No está siendo un octubre lluvioso, sigue pareciendo verano, hace calor y no hay hojas marrones en el suelo que mojadas hacen peligrar tu equilibrio.
Y es que hay algo que me hace desconfiar de todo esto... algo que me hace recordar aquellos dichos de origen remoto, que tanto repetimos muchos de nosotros sin alcanzar a asumir que día a día, la verdad está delante de nuestras narices.

Hoy, tengo la certeza de que no me hace falta que llueva para echar a alguien de menos, no me hacen falta tormentas para querer estar en casa compartiendo el sofá y las galletas, ni tampoco me hace falta la niebla para preguntarme que hay detrás.

No me hace falta un día de sol para querer pasear en la playa, ni tampoco grandes lujos para sentirme afortunada.














...Una última cosa, feliz cumpleaños.

Childish.

Rodeada de luces y de sonido, andaba por aquel pasillo. No recordaba bien cómo ni con quién había llegado allí. Ni tampoco le preocupaba. Fluía en una especie de bruma subterránea donde todo iba a la velocidad justa. Se cruzaba con cuerpos sin mirada, que iban de acá para allá con desconocidos propósitos.
Avanzaba. Y tras una enorme puerta sorprendentemente ligera..aglomeración y confusión.
Estaba sola en aquel lugar lleno de gente. Mas estaba arropada. Era difícil de explicar.
Simplemente fluía, confiada y tranquila. Le gustaba esa ausencia de conciencia. Se sentía integrada.
Le recordaba a su niñez. Siempre había alguien que te invitaba a jugar, aunque no te conociera.

Feel.

Le decían que nunca bailaba, que siempre iba a las discotecas y se plantaba allí, a observar. De vez en cuando, unos pasitos. Pero siempre permanecía observadora y fuera de la onda.
Ella se defendía. Es que este no es mi rollo. No me gusta esta música demasiado.


Permanecía en su línea.

Le encantaba bailar. Aunque la gente pensase lo contrario, que cómo iba a gustarle si nunca lo hacía.

Tenía que sentirlo. Era simplemente eso.

Si una canción le hacía sentirlo..

Lo daba.Todo.

Fate.

Había pasado tanto tiempo dormida que temía despertar. Era una sensación extraña, por una parte anhelo, por otra, algo le decía que... quizás eso sería su fin.

Dormir es apacible, cómodo. Algo que te hace sentir bien.

Pero no lo suficiente.

Después de una eternidad dormida... dolería despertar?

Soportaría ese dolor?


...


Es hora de comprobarlo.

Reality.

Un vaso sobre la mesa.
También una taza.

No sé qué hay en la taza.
Sé que el vaso está vacío..

Nunca había caído en que realmente, no es cuestión de que el vaso esté medio lleno, o medio vacío. No es esa la cuestión.
Lo importante es saber lo que tiene dentro.

Prefiero este vaso vacío.

A la taza.

Lost.

En un mundo donde lo sencillo es radical, radicalmente agresivo, una elección donde a lo que se renuncia es siempre más que lo que se ha elegido.

Donde lo deseable se convierte en irrealizable. Donde echamos raíces de acero en arenas movedizas. 

Espejismos que se asientan. Realidades que se esfuman.

Inspira, expira.

Aspira.

Casi.

Se aproxima ansiosa pero insegura.
Corre pero se para.
Sabe lo que tiene que hacer, pero no sabe si hacerlo.

Pequeño matiz. Enorme la diferencia.